En este caso, puedes quedarte con el perro en el lugar donde lo has encontrado durante un tiempo prudencial: es posible que aparezca el propietario que lo está buscando.
El paso siguiente puede ser llevar al perro a la clínica veterinaria más cercana para comprobar gratuitamente si tiene microchip y así localizar a los propietarios. Si tiene el microchip, el veterinario puede acceder a sus datos y ponerse en contacto con el propietario. Además el veterinario podría reconocer al perro y avisar al propietario, incluso si el perro no tiene el microchip.